Muchas empresas, grandes y pequeñas, tienen una enorme fuente de grandes ideas que pueden ayudarlas a mejorar, innovar y crecer, y sin embargo, muchas de ellas nunca piensan en utilizar este increíble activo corporativo. ¿Qué es este activo tan valioso? Su propia gente. Morgan Fraud, autor de The Thinking Corporation, afirma: “Dado que todos somos capaces de aportar nuevas ideas, la pregunta es cómo generar, capturar, procesar e implementar ideas con éxito”. Convertirse en una organización capaz de responder a esta pregunta puede resultar beneficioso de varias maneras:
- Crecimiento a través de la innovación/creatividad:
En lugar de verse limitado por ideas para nuevos productos, servicios y nuevos mercados que surgen de unas pocas personas, una corporación pensante puede aprovechar a los empleados. - Aumento de las ganancias:
La corporación experimentará un aumento en las ganancias debido al ahorro en los costos operativos, así como en las ventas de nuevos productos, servicios y emprendimientos.
- Mayor valor empresarial:
el vínculo entre las ganancias y el valor empresarial significa que en el momento en que una corporación crea un nuevo nivel sostenible de ganancias, el valor empresarial se ajusta en consecuencia. - Menor rotación de personal:
esto, combinado con la cultura que debe existir para que la innovación y la creatividad florezcan, significa que nuevos empleados se sentirán atraídos a la organización.